BENDECIDOS

miércoles, 9 de noviembre de 2016

CLAMA A MÍ, dice Jehová

    Dice la palabra de Dios, en Jeremías 33:03 "Clama a mí, y yo responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces".

   Muchas veces nos empeñamos en querer solucionar los problemas con nuestros medios y a nuestro entendimiento, y no clamamos a él, que es nuestro creador, el creador de los cielos y de la tierra.
  
   Antes de tener a Cristo en mi corazón como  mi único y verdadero salvador, busque en el mundo, lo sólo la presencia sobre natural de Dios puede dar. Busque salud, dinero, empleo, protección por medio oscuros. Cuanto dinero gaste para tener más dinero, cuantas cosas que son abominaciones ante mi Padre hice, para sentirme segura, llena de salud,  para tener estabilidad; creí que con esto solucionaba problemas en mi vida y lo que no entendía es que me estaba condenando ante mi Padre, que me alejaba cada vez más de disfrutar de su presencia. 

   Hoy siento que fui rescatada, salvada por él, cada día me siento más bendecida por haber cambiado mi vida, siento un renacer en mi; cambie mi carácter, mis temores se van en el nombre de Jesús, tengo salud, me siento protegida y lo mejor de todo es que no pague, no tengo que andar con amuletos, ni nada que se le parezca, sólo acepte a Cristo Jesús como mi único salvador, mi único Dios en quien confiar y darle gloria a su nombre.

    En los primeros meses de asistir a la Iglesia y recibir a Cristo, yo todavía tenía una tobillera y mi hijo una almohada para protegernos, me daba temor botarlas, un día me decidí hablar con un Pastor de la Iglesia y me aconsejó que orase para romper todo pacto, además me hizo leer un capítulo de la biblia en Deuteronomio 18:9 al 14, me identifique tanto con esas palabras, porque yo hice todo lo contrario a lo que allí se indicaba "..., No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o su hija por fuego, ni quien practique adivinación..."

    Este tema me preocupaba tanto, que lo hable con mi líder de célula, ella me leyó en Hebreo 09:12, del cual entendí que Cristo vino a ocupar el lugar de esos sacrificios de sangre, él se entrego a si mismo, para redimirnos con su sangre una vez y para siempre, limpiarnos de obras muertas, para que sirviéramos a Dios. 

  He traído estas vivencias de mi vida anterior, para compartirlas con ustedes, que puedan esas palabras servir de reflexión, para apartar de vuestras vidas lo que a nuestro Padre no le agrada.

   Para finalizar le comparto un versículo de Isaías 43:18-19 "No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memorias las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosas nuevas; pronto saldrá a luz, ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino de desierto, y ríos en la soledad"

   Dios con su infinita misericordia, bendiga cada día de tu vida y declaró que tus bendiciones postreras, serán mayores que tus bendiciones primeras, sólo clama a él.

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