En la prédica dominical de la iglesia, el
pastor habló sobre el propósito de Dios en nuestras vidas.
Antes de indagar sobre este tema, es
preciso recordar que Dios, es bueno en todo tiempo, siempre está
protegiéndonos (Salmo 121:4), saber que aunque se levanten adversidades
y tentaciones que afligen nuestro corazón, ese
Dios que te guarda no duerme, está eternamente fiel, pendiente de cada uno de
sus hijos, para cumplir con la promesa de la vida eterna; más nosotros para honrar
esa promesa debemos someternos a él para resistir todo lo malo que se levanta
en contra (Santiago 4:7)
Me gustaría compartir con ustedes la
historia de José hijo de Jacob, el menor de los hermanos, ubiquemos en Génesis
37 está historia. Este era una joven que junto a sus hermanos cuidaba ovejas, pero una de las
cualidades que mejor lo definía, es la de ser soñador. José soñaba y contaba a
sus hermanos sus sueños, a lo cual estos comenzaron a sentir odio. A mi
entender los Sueños de José, estaban anunciando la grandeza de esté sobre
ellos; José un joven más que bendecido, le fue revelado, parte del propósito de
Dios en su vida.
Un día pastoreando las ovejas, los
hermanos planearon como deshacerse de él, darle muerte. Rubén hermano de
José, oyó el plan y dijo que era mejor arrojarlo a una cisterna; a eso los
hermanos le quitaron la prenda de vestir rayada que el padre le había regalado,
lo arrojaron a la cisterna, que estaba vacía, luego se sentaron a comer pan y
vieron venir una caravana de Ismaelitas,
con destino a Egipto. Decidieron
venderlo por 30 piezas de plata a los Ismaelitas.
Con el tiempo José fue llevado a Egipto y fue
vendido a Potifar, un oficial de la Corte del
Faraón, pero Jehová estaba con él. José llegó a ser grande en la casa de ese
egipcio, por favor de Jehová, que lo
hizo exitoso en todo y así llegó a ganar la confianza de su amo y fue nombrado
sobre su casa, dejando todos sus bienes en manos de José.
La esposa de Potifar se encantó con José, por
su buena apariencia y hermosa figura, tanto que trató de seducirlo. Un día
cuando no se encontraban los hombres de la casa, la mujer de Potifar trató de acostarse con José, este se rehusó y huyó. La
esposa de Potifar gritó, que José trató de
abusar de ella, fue llevado a la cárcel donde estaban los presos del rey.
Es bueno hacer un alto en la historia,
para ver como José de pastorear ovejas, pasó a ser un esclavo de confianza, y
todo esto gracias a que Jehová fue dando virtudes que hacían a José un hombre
dispuesto a cumplir los propósitos de Dios en su vida. En esta historia
tan accidentada, como es la vida de José, no se cuenta que este haya
renegado por su suerte. Creo que su paciencia, fue lo que llevó a Jehová,
hacer que él ganará favor ante su amo y que llegará a ser grande. Todo esto me lleva a recordar una frase que dice mi líder “Dios obra por caminos misteriosos”.
En la cárcel José, continuó recibiendo
favor de Jehová, y le fue entregado los presos que estaban en ese lugar. Se
encargaba de que hicieran lo que debían hacer. Aconteció que el copero del rey de Egipto y el panadero, fueron llevados a la cárcel por pecar contra
el rey. Una noche el copero y el
panadero soñaron, al día siguiente José los vio decaídos; él preguntó, por qué se veían así, ellos respondieron, que
habían soñado y no había intérprete entre ellos. De modo que José dijo: ¿No
pertenece a Dios las interpretaciones?, ellos procedieron a contarle los
sueños a José, quien le dio el significado, llegando a ocurrir, tal cual José
interpretó. Pasaron dos años, el Faraón soñó, pero no había quien pudiera
interpretar el sueño; aún José en la cárcel, el jefe de los coperos le habló a
Faraón acerca del joven hebreo que interpretó su sueño. Faraón pidió que
trajera a José, le contó el sueño y este lo interpretó, ha lo que Faraón dijo a
José “Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan discreto y
sabio como tú. Tú estarás personalmente sobre mi casa, y todo mi pueblo te obedecerá
sin reserva. Solo en cuanto al trono seré yo más grande que tú”. No conforme
con esto Faraón se quitó el anillo de sellar y lo puso a José, los vistió de
lino fino y colocó un collar de oro alrededor del cuello. Además, hizo que
fuera montado en el segundo carro de honor que tenía, para que clamaran delante
de él.
Aconteció que se cumplió lo dicho por José, llegando
este a ser tan honrado por Faraón que pudo llevar a su padre y hermanos a vivir
a Egipto.
Gloria, pura gloria de Dios. José fue colocado en un
lugar de honra por Faraón, pero fue Dios quien permitió que recibiera toda esa
honra, por ser paciente y confiar que Dios estaba con él; las adversidades no
dañaron su corazón, al contrario lo fortalecieron, como dice la palabra de
Dios, para los que le aman hasta las malas noticias obran para bien en sus
vidas.
Cuando comente que Dios obra por caminos misterios, en esta historia se puede ver, que José pasó por muchos tormentos para ser colocado en un lugar de honra, para Dios hubiera sido más fácil por todo su poder poner a José y listo, pero no, creo que la idea de Jehová era ir formando poco a poco un carácter en José. Por eso cuando los que le amamos, tenemos situaciones difíciles, pensemos que Dios, lo permite para prepararnos para toda esa gloria que tiene para nuestras vidas. Alegremos nuestro corazón con esta promesa, porque los propósitos de Dios siempre serán buenos, él no permite que ocurra algo que no puedas soportar.